martes, 19 de abril de 2016

El cesto de los tesoros:guía fácil, sencilla y para toda la familia.

Cuando te conviertes en mamá o papá quieres que tu hijo tenga el mejor juguete, la trona mejor, el cochecito mejor, se eduque de la mejor manera,etc. Desear lo mejor para tu hijo está bien pero, a veces, lo mejor no es sinónimo de caro ni de tecnología ni diseño. El cesto de los tesoros es un ejemplo de ello.

El cesto de los tesoros es una propuesta de juego para bebés que les va permitir aprender a descubrir los objetos cotidianos de una manera autónoma. Qué bien suena esto, ¿verdad? Pero es que lo mejor de todo es que les encanta.




Al niñ@ le va a servir para jugar durante muchos meses. La teoría dice que desde los 6 meses hasta los 12. Se dice esto porque se considera que a los seis meses pueden permanecer sentados, aunque, si respetamos el movimiento libre, lo de sentarse ocurre más tarde. Realmente los niños pueden jugar con el cesto de los tesoros antes de estar sentados ya que tumbados pueden jugar con los tesoros. Es más, estos le estimularán para que se mueva. Después, se supone que cuando ya empiezan a desplazarse ya pueden explorar el mundo por sí mismos y dan por finalizado el interés por el cesto pero la verdad es que hay muchos niños que siguen buscando su cesto para jugar aunque ya caminen.

Como podéis ver en esta foto, mi chiquitico aún no se mantiene sentado y lo que hago es ofrecerle los tesoros colocándoselos alrededor de él.

Otra opción es ponerlos en una fuente más plana y baja que el cesto para que puedan acceder a los tesoros más fácilmente y de manera autónoma cuando aún no se sientan.

Os voy a contar algunas ventajas que tiene el cesto de los tesoros para el desarrollo del niño:
  • La mayoría de los tesoros que contiene el cesto son de materiales naturales. Esto es importante porque el bebé está rodeado de plástico por todos lados y, de no ser por el cesto, puede ser que no tenga la oportunidad de conocer otros materiales: cristal, metal, madera...
  • El cesto puede y debe cambiar según los intereses del niño. Por eso ellos siempre tendrán ganas de ver qué hay de nuevo por ahí. Los tesoros que contiene el cesto no son siempre los mismos. Deberemos fijarnos en los intereses del niñ@ y adaptarlos a ellos. Además, cuando veamos que algo está roto o ya no nos da seguridad, lo reemplazaremos
  • Favorece el pensamiento lógico-matemático ya que permite al niño a través de la exploración de objetos descubrir sus características y empezar a hacer las primeras clasificaciones (esto está frío, esto no; esto es suave, esto no; esto hace ruido, esto no...)
  • Se desarrolla la coordinación oculo-manual y la motricidad fina, sobre todo de las manos.
  • La capacidad y el tiempo de atención irán aumentando ya que cada vez el niñ@ será capaz y querrá estar más tiempo descubriendo sus tesoros.
El papel del adulto en esta propuesta es muy básica pero muy importante. Él será el que preparará el cesto, así que, dependiendo de lo que meta dentro podrá estimular el interés en mayor o menor medida. Por eso es importante ir variando los tesoros y comprobando que todos están en perfecto estado. También será el responsable de preparar el ambiente, es decir, las condiciones en las que se hace la propuesta. Un lugar tranquilo, agradable y cómodo es lo ideal. El tiempo que el niñ@ esté jugando el será un observador que deberá intervenir lo menos posible. Esto es lo más duro porque siempre dan ganas de ayudarle o de decir cómo coger algo y demás, pero ya veréis que luego le cogeréis el gustillo a verles descubrir cosas por si mismos. Es un gustazo!!!                                                                                                                                                              

¿Qué necesito?

En primer lugar necesitamos un recipiente donde meter los tesoros: una caja o un cesto. La medida aproximada será de entre 30 y 40 centímetros de ancho por unos 10 ó 15 centímetros de alto e intentaremos que sea de un material natural: madera, mimbre, textil... El mío está hecho en trapillo porque me pareció original y fácil de lavar. Podéis ver algún ejemplo más en mi perfil de Facebook de Los Trapillos de Sandra.

El resto de objetos que necesitamos son los tesoros que vamos a meter dentro. Aquí no hay una norma clara y objetiva de qué meter y qué no, pero lo más importante es que intentemos que sean objetos seguros para el niño, de materiales naturales (aunque si encontramos algo interesante que sea de plástico lo podremos incluir) y que estimulen en la medida de lo posible los cinco sentidos del bebé. Tacto: texturas, formas, pesos... Olfato: aromas diferentes. Gusto: sabores diferentes. Oído: golpear, arrugar, hacer sonar... Vista: colores, formas, brillos, dimensiones... La cantidad de objetos también depende. Al principio para no aturullar al niñ@ con unos 15 elementos es suficiente. Luego iremos aumentando la cantidad hasta unos 25 más o menos.

Os voy a poner una lista de ejemplos que se podrían meter pero tened en cuenta que puede haber más cosas y que no es necesario meter todo. Es importante que los tesoros tengan un tamaño adecuado para evitar atragantamientos porque ya sabéis que todo lo que metemos acabará pasando por su boca.

1. Objetos de metal

  • Un colador
  • Flaneras
  • Una cadena de eslabones
  • Cuchara grande
  • Batidor de huevos
  • Llaves (bien limpitas…)
  • Tapas de botes
  • Timbre de bicicleta
  • Triángulo (instrumento musical)
  • Cencerro o campanilla

2. Objetos de madera

  • Diferentes tipos de cepillos con cerdas naturales
  • Rodillos de masaje con diferentes relieves
  • Maracas, carracas y sonajeros con cascabeles
  • Una brocha
  • Una pinza de tender la ropa
  • Utensilios de cocina: Cucharones, tenedores, mazo mortero, cuchara de miel
  • Palos
  • Anillas de las cortinas
  • Espejos con marco de madera o de metal
  • Huevos de madera
  • Una peonza

3. Objetos naturales

  • Botes rellenos de garbanzos, lentejas, arroz, agua de colores…
  • Diferentes piedras con diferentes tamaños y texturas, ej. Piedra pómez
  • Conchas de mar, caracolas
  • Tapones de corcho
  • Diferentes tipos de esponja, naturales, exfoliantes, manoplas…
  • Bolas pulidas usadas para la decoración
  • Piñas y cortezas de árbol
  • Nueces, castañas
  • Pompones de lana
  • Cajas y rollos de cartón (del wáter y de la cocina)
  • Piezas de fruta (limones, naranja, pera….), Una calabaza
  • Saquitos de lavanda, romero, tomillo…
  • Una pluma

4. Objetos de tela, piel, goma

  • Pañuelos y fulares de seda
  • Cintas coloridas de raso
  • Cachos de fieltro, terciopelo
  • Bobinas de hilo
  • pelota de goma
  • monedero de cuero
  • pelota de tenis
  • Tapón de la bañera con cadena
  • Espátula y cepillos de pastelería
  • Rulos del pelo
  • Un trozo de cuerda
  • botones de colores ensartados en un hilo consistente

5. Objetos de vidrio


  • Canicas del tamaño adecuado para no ser ingeridas
  • Frascos vacíos de especias
También existe la posibilidad de hacer cestos de tesoros temásticos, es decir que los elementos tengan algo en común, por ejemplo, cestos de elementos musicales y sonoros, cestos de tesoros de un color, cestos de cosas que podamos encontrar en la cocina, cesto de objetos de la naturaleza (conchas, piedras, hojas de árboles...). En el blog de Montessori en casa hay un post con varios ejemplos: http://www.montessoriencasa.es/cestas-de-tesoros-treasure-baskets/ 

Como veis esto es un mundo y no hay dos cestos de los tesoros iguales.Yo estoy terminando de hacer el de mi chiquitico y he pensado que cuando lo termine prepararé un post con fotos de cada objeto y vosotr@s podréis comentar poniendo lo que habéis incluido en el vuestro. Así tod@s podemos coger ideas. ¿Qué os parece? ¿Os animáis a preparar el vuestro y en unos días lo comentamos?

5 comentarios:

  1. Muy bueno el post. Tengo ya tres cestos hechos, dos en casa y uno en casa de la abuela, pero después de leer esta super lista creo que voy a necesitar media docena!!!!

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    1. Jajajaja, Maite! Qué exagerada! Bueno, el truco está en ir variando lo que hay en el cesto... Guarda cosas para cambiarlo cuando lo veas necesario. Es que dan ganas de poner todo porque te parece que puede estar bien pero hay que ir racionando. Doy fé que tus cestos están bien chulos. Vete haciendo fotos para cuando hagamos la puesta en común.

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  2. Gracias Sandra!! Muy buenos consejos. El nuestro ya es un señor cesto!! Ahora a ir variando de vez en cuando que es lo que más cuesta..

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    1. No te creas que cuesta... Es cuestión de fijarte que le llama la atención y, si es interesante, meterlo al cesto. El otro día haciendo limpieza de un cajón lleno de trastos vi que al chiquitico se le abrieron los ojos con una pulsera vieja de cuero. Se la dejé, le gustó y ahora forma parte de su cesto.

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